II Jornadas medioambientales de la Sierra Minera, contaminación existente de la actividad minera y los vertidos ilegales

Se celebraron el pasado sábado 25 de febrero en un lugar emblemático en La Unión, la casa del Piñon, Santiago Valverde de ARBA habla sobre la problemática de los vertidos ilegales y José Matías Peñas, edafólogo, nos habla de los riesgos ambientales de la minería metálica en La Sierra Minera.

Intervención de Santiago Valverde:

En un principio mi idea era hablaros de la Sierra Minera y el Mar Menor, de su biodiversidad y de los problemas que atraviesa, pero había una cuestión, solo tenía 15 minutos, y con ese tiempo no hubiera podido deciros ni tres de las causas por las que siento fascinación por cualquiera de esos espacios, lo que me hizo cambiar de idea, así que aquí estoy, para hablaros de una de las muchas facetas por las que se distingue la estupidez humana.

Son muchos los “organismos” que se desarrollan fuera de su área de distribución natural, en hábitats que no le son para nada propios y a veces con una abundancia tan inusual que producen alteraciones en la riqueza y biodiversidad de los ecosistemas.

En todos los casos documentados, la invasión de los ecosistemas por estos organismos es culpa única y exclusivamente del ser humano, hablamos de los vertidos ilegales que realizamos en el entorno, ya sea natural, rural o urbano.

Lo primero es saber ¿Qué entendemos por vertido ilegal? Bien, según la Real Academia Española, un vertido es toda vacuación deliberada al medio, ya sea al agua, al aire o al suelo, de productos, sustancias o compuestos de distinta naturaleza (líquidos, sólidos o gaseosos) que pueden tener una incidencia o impacto ambiental.

Por los datos que he podido obtener, los cuales creo que no sorprenderán a nadie, en España, la situación de los residuos no es buena. Según la Directiva Marco 2008/98 sobre residuos, deberíamos haber alcanzado en 2020 un porcentaje de recuperación de desechos del 50 %, pero los datos obtenidos correspondientes al año anterior, 2019, apuntan a una cifra muy alejada de este objetivo. Según esos datos, de los 22,3 millones de toneladas de residuos urbanos recogidos en España, el 51 % terminaron en vertedero y el 11 % se quemaron en incineradoras. Solo el 19,7 % se reciclaron y el 18,3 % se compostaron, lo que suma un total del 38 % a nivel nacional, dato que o mucho me equivoco, o en la Región de Murcia la media está muy por debajo de ese 38 %

A este problema de la mala gestión de los residuos tenemos que añadir otro dato, el volumen que no se computa en las estadísticas, el de los vertidos ilegales en zonas que no están destinadas a este fin, y que día a día están aumentando en cantidad y en extensión, y que cuando son continuados en el tiempo y en el espacio, y no se toman las medidas adecuadas, dan lugar a vertederos permanentes que acumulan todo tipo de residuos.

Pero, ¿Qué causa que realicemos estos vertidos en espacios que no son los adecuados? Está claro, el ahorro económico, pero ¿nos merece la pena? Evidentemente para una gran empresa que gasta miles de euros en la gestión de sus residuos, cuando tiene la oportunidad de “ahorrarse” un pellizco podría ser entendible, que no es lo mismo que aceptable, que se puede arriesgue a realizar un vertido ilegal de sus deshechos en lugares que no proceden, pero cuando los vertidos son realizados por particulares y además existe un sistema de gestión que le permite deshacerse de ellos de forma gratuita, la única respuesta que se me ocurre es la estupidez humana.

En un alto porcentaje de casos, estos vertidos aparecen en zonas con fácil acceso rodado, tanto en el medio rural (caminos vecinales, vías pecuarias, ramblas, edificaciones abandonadas, etc.) como en zonas urbanas de extrarradio, polígonos industriales o barrios marginales.

Los problemas que se nos pueden presentar con estos vertidos afectan a múltiples ámbitos, pero sobre todo a los medioambientales y sanitarios.

Entre estos vertidos, tal vez los más habituales sean los procedentes de la construcción, como el escombro, que curiosamente es uno de los que más fácilmente pueden reciclarse para producir zahorras y áridos y que, si su mayor peligro pudiera parecer que es simplemente el impacto paisajístico que produce, en él también es habitual encontrar fácilmente residuos considerados peligrosos para la salud como el fibrocemento,

material usado hasta hace poco en aislamiento de tejados, canalizaciones de aguas ….y que entre sus componentes se encuentra el amianto, un material que una vez ha superado su periodo de utilidad, comienza a desprender partículas por la descomposición propia del paso del tiempo las cuales provocan ciertas reacciones en los pulmones de las personas pudiendo llegar a desarrollar patologías tan graves como cáncer de pulmón, asbestosis, o mesoteliomas, entre otras, por lo que la eliminación de este residuo requiere de un tratamiento especial.

A estos residuos, debemos sumar los llamados voluminosos, entre los que se

encuentran muebles y electrodomésticos, chatarra, neumáticos, y otros desechos de menor tamaño como aceite y piezas de motor, pinturas, disolventes y otros muchos elementos los cuales además tienen la peculiaridad, como hemos dicho antes, de que su recogida y reciclado en unas ocasiones es gratuito para el ciudadano y en otras incluso le puede aportar una pequeña aportación económica si los lleva a centros de transferencia y tratamiento adecuados, y finalmente podas, ropas, o los últimos en añadirse a la lista, los resultantes de los botellones, consistentes sobre todo en envases de vidrio y plásticos de un solo uso, como bolsas y vasos.

Cuando estos residuos se vierten sin control, la mayoría de ellos sin separar, mezclando inertes, peligrosos y en ocasiones materia orgánica sin ningún tipo de control ni medidas de seguridad, suelen generar multitud de problemas como la introducción de especies exóticas invasoras vegetales como el Arundo donax o el pennisetum, en el caso de las podas,

daños a la fauna silvestre y domestica ya que parte de estos residuos entre los que se encuentra por ejemplo el plástico pueden ser confundidos como alimentos o ser usados en la construcción de nidos o madrigueras,

contaminación de las aguas cuando se realiza en cauces o masas de agua como ramblas o playas, casos en que la contaminación seria directa, aunque también podría serlo por escorrentía o lixiviados, llegando en muchos casos a los acuíferos subterráneos por filtración, todos conocemos una de las principales causas del problema del Mar menor, contaminación del suelo, incendios, accidentes que requieran de atención médica por cortes con vidrios o quemaduras por contacto con sustancias corrosivas y todo esto sin contar el menor de los problemas, que extrañamente es cuando solemos quejarnos, cuando causan molestias a la población por los malos olores que pueden desprender.

Pero ¿Qué podemos hacer nosotros para evitar que otros realicen esos vertidos? Y a partir de aquí solo puedo hablaros de las experiencias vividas, algunas de ellas bastante surrealistas.

Lo primero de todo actuar con cabeza. Alguien me dijo una vez “El mejor reciclado de un electrodoméstico es dejarlo junto al contenedor, en 10 minutos alguien lo habrá recogido”. Pero ¿Qué sucede con ese electrodoméstico? Todos hemos visto al caminar por caminos rurales pantallas de televisores, carcasas de altavoz o el “pica pica“ aislante de un frigorífico,

¿Y cómo ha llegado todo eso hasta ahí? Pues gracias a la persona generosa que lo dejó junto al contenedor sin avisar a los servicios de recogida y que alguien, en diez minutos, “gestionó” de forma eficaz, liberando el gas del motor del frigorífico a la atmósfera y tirando las partes no rentables a un espacio natural. Por tanto, si hubiéramos entregado ese electrodoméstico al servicio de recogidas ¿hubiéramos dado pie al vertido? No, al menos a ese no.

Implantación de puntos de recogida. Si un ayuntamiento se limita a recoger la basura del botellón de 100 jóvenes de una zona urbana sin ofrecerles la posibilidad de depositar la basura en contenedores para tal fin, cuando lo hagan fuera de casco urbano su comportamiento será el mismo, con la diferencia que nadie recogerá esos residuos.

Está comprobado que en materia disciplinaria estamos ante un problema complejo porque para poder tomar medidas contra la persona responsable es necesario tener pruebas fehacientes de su responsabilidad, lo que supone que sea detectado en el momento del vertido, y para ello en la mayoría de los casos es imprescindible la colaboración ciudadana, si yo veo que se está produciendo un vertido y no hago nada jamás se atajará el problema. Ante esta dificultad el problema solo puede atajarse con medidas preventivas, mayor vigilancia del territorio, coordinación entre las administraciones implicadas (local, autonómica y central) y poniendo en marcha campañas de concienciación ciudadana, tanto desde casa, como desde las instituciones, pasando por el colegio y por último llegando hasta los bolsillos, teniendo en cuenta que de nada sirve que la cuantía de una denuncia, en caso de producirse, sea inferior al coste de la gestión del residuo.

Por ejemplo, aquí vemos un señor que en el año 2018 realizó el cambio de aceite de su vehículo en la vía publica

Es un manitas y se ahorró unos euros en la mano de obra, pero ¿que hizo posteriormente con el aceite y filtro usados?

Pues sí, al monte. Evidentemente su acción fue denunciada, pero ¿alguien piensa que le importó?

Pues aquí lo tenéis de nuevo, marzo de 2022, evidentemente la cuantía de la denuncia o nunca llegó o le sigue mereciendo la pena ahorrarse el importe del taller.

1 de octubre de 2009, el diario digital Murcia.com informa de que nuestra pedanía de Portmán ya dispone de TDT gracias a una actuación municipal subvencionada con 65.000 € por la Consejería de Economía y hacienda para la construcción de un repetidor en el Cabezo de La Galera.

Este repetidor jamás llegó a realizar de forma correcta la función para la que fue implantado junto a una zona catalogada como microreserva de flora protegida, pero tampoco jamás se realizó actuación alguna para recoger ni tan siquiera el material y herramienta empleados en su construcción.

Fue en marzo de 2021, cuando gracias a la intervención de Arba Cartagena La Unión y sus voluntarios y socios, cuando se pudo devolver parte del esplendor a este pequeño paraíso de la biodiversidad de nuestro municipio.

Así podríamos seguir horas, exponiendo ejemplos de actuaciones que jamás deberían haberse cometido, como depositar más de 20m3 de escombro ladera abajo durante las obras del Parque Minero,

O contaminar más de 171 millones de litros de agua con el mercurio de las antiguas iluminarias de esta bendita ciudad,

Y que gracias solamente a la participación y voluntad de ciudadanos como vosotros se consiguió poner remedio a algunas de ellas y voz a otras.

Y ya para concluir y dar un toque optimista, os animo a todos a participar en este tipo de recogidas de vertidos, de forma grupal o individual, anónima o pública, pero siempre dejando constancia de vuestra labor. Existen hoy día muchas aplicaciones como por ejemplo “Basuraleza” o “Stop Residuos” en la que puedes introducir los resultados de tu trabajo o denunciar y dejar así constancia de la necesidad de que se tomen medidas urgentes. Cuantas más quejas y actuaciones se recojan, antes se actuará en consecuencia.

Y para finalizar, pedir que apuntéis en vuestra agenda una fecha, 20 de mayo, en la cual Arba Cartagena La Unión, en colaboración con la Asociación Hippocampus, realizaremos una macro recogida de residuos en el saladar de Lo Poyo, tanto en tierra, como en playa, como en los fondos marinos de nuestro maltrecho Mar Menor.

Intervención de José Matías Peñas.

Las tecnologías del lavado de mineral eran por flotación diferencial o gravimétrica.

Hay 22 millones de actividad mineral, donde se diferencian diferentes tipos de residuos.

Superficies reactivas como Lo Poyo con una extensión mayor que la superficie de la bahía de Portmán,

La transformación de estos residuos se convierten en sales.

Cartografía de los vertidos mineros

Todos los residuos tienen un color ocre que cuando fueron depositados en su momento eran negros.

Las sales que se forman son extremadamente tóxicas por ser solubles en agua.

Por envejecimiento del residuo no tienen la misma consideración que cuando se depositaron, por lo que es necesaria la menor movilización de los residuos mas superficiales.

La sal de Zinc cruje al pisar, muy característico de esta zona minera, es muy erosionable y muy frágil. La pista de Calblanque con ausencia de asfalto que es mucho peor, ya que las personas que pasan en coche o haciendo ejercicio, provocando polsaqueras que se inhalan de plomo, zinc, cadmio, etc.

En el Colegio Enrique Viviente la comunidad científica se echa las manos a la cabeza, al ver un escorial de fundición al lado del colegio, ya que los niños son mas vulnerables.

El plomo en el suelo es natural, 40 miligramos por kilo, en esta zona son altísimos los niveles, afectando hasta los cultivos y como se ha visto recientemente por parte del Seprona la prohibición de cultivos en una determinada zona. Las concentración a exposiciones crónicas provoca cáncer, afectando al desarrollo neurocognitivo en la población pediátrica.

El polvo invisible hace que incluso a kilómetros del foco se reciba la emisión de la contaminación.

Una forma que no suele nombrarse es la hídrica con sedimentos de materiales finos y contaminantes.

El Lavadero Roberto la alta concentración de pirita se hace un paseo marítimo, la no actuación acaba llegando a Portmán.

El agua de la laguna de Portmán está contaminada con concentrados lixiviando, no bañarse por las altas concentraciones de cadmio y zinc. Los últimos análisis de Octubre de 2010, se hallaron 5 miligramos por litro, la laguna está fuertemente contaminada.

Lo mejor para la bahía de Portmán es cubrir con tierra, a la espera

Las 64 o 65 presas en las ramblas que van al Mar Menor, durante un tiempo pararán los metales pesados, cuando queden saturados al no tener un mantenimiento pierden su funcionalidad, provocando nuevos pantanos, los ácidos descomponen el hormigón, las escorrentías de que no vemos circulan por el subsuelo afectando estructuras de viviendas.

Se hace entrega de premios a Protección Civil, grupo scout, colegio Santiago Agustín de Portmán y a Salvemos el Chorrillo con Angel Pagán que lo agradeció con un “Gracias a todos mis compañeros que están ahí arriba”.