La plataforma vecinal Stop Biogás Mar Menor que forma parte de la Coordinadora Stop Biogás región de Murcia, denuncia las incoherencias de Enagás Renovable y el desprecio a la voluntad local en el proyecto de biometano de El Mirador (San Javier).
Este comunicado surge como respuesta al reciente foro organizado por el periódico La Verdad y a la campaña de comunicación financiada por el sector empresarial que presenta los proyectos de macroplantas de biogás como elementos clave de la transición energética lo que no es cierto y sin tener en cuenta la voz de la ciudadanía.
La Plataforma Stop Biogás Mar Menor desea manifestar públicamente su rotundo rechazo al modelo de macroplantas que Enagás Renovable pretende implantar en el municipio de San Javier.
En la exposición que hace Enagás Renovable en boca de su Director de Desarrollo de Operaciones, Antonio Illescas, sobre la capacidad del biometano para gestionar eficientemente los residuos orgánicos locales y convertirlos en energía renovable, mencionó la necesidad de gestionar estos residuos ante las normativas europeas. No obstante, este argumento es una coartada que no justifica la construcción de macroplantas tan sobredimensionadas en comparación con la presencia real de biorresiduos en nuestro municipio. Resulta insólito que se promuevan estas instalaciones para tratar residuos cuando en la propia Región de Murcia apenas se ha implementado la separación orgánica en origen (el quinto contenedor o contenedor marrón), una obligación europea desde enero de 2024 que no se cumple porque, precisamente, no hay instalaciones adecuadas para llevar el residuo orgánico a tratar. De hecho en San Javier se está construyendo la futura planta para el tratamiento de residuos orgánicos biodegradables de origen doméstico de 6 municipios. Por lo tanto ya no procede la construcción de una planta de biometano a gran escala.
También afirma Enagás que los proyectos se establecen en zonas donde realmente hay residuos. Esta afirmación es falsa, como se demuestra en el caso de la planta proyectada en El Mirador (San Javier), donde los vecinos señalan que no existen cebaderos de cerdo en la localidad ni suficiente materia para alimentar a la planta. La elección de la ubicación en San Javier parece supuestamente estar más relacionada con otros intereses que no son los medioambientales y que chocan abiertamente con el desarrollo local, el valor patrimonial tanto de viviendas como de empresas y con el valor de su importante patrimonio natural.
La plataforma Stop Biogás Mar Menor manifiesta que una de las fuentes principales de empleo de este municipio ribereño del Mar Menor está ligado precisamente a su patrimonio natural, es decir, el turismo, la restauración, la hostelería, la práctica de deportes náuticos etc. De hecho estos municipios ribereños del Mar Menor triplican su población en periodos vacacionales lo que conlleva inevitablemente una mayor movilidad y sobrecarga de tráfico de sus infraestructuras viales, es evidente que en caso de construirse la macroplanta de biogás se provocaría un colapso derivado de los cientos de camiones pesados transportando biorresiduos tóxicos a diario, lo que preocupa por el tráfico y por los riesgos sinérgicos que podrían provocar en caso de accidente de la macroplanta o de los transportes, además de afectación a la seguridad de las personas, malos olores de cara al turismo, impactos adversos en empresas y vecinos cercanos, algunos colindantes, y potenciales episodios de mortandad de peces en la laguna dada la ubicación del proyecto de biogás sobre el acuífero del Mar Menor y a escasos siete kilómetros de sus playas.
También manifestó el representante de Enagás, que en el programa de desarrollo sostenible que proponen, estarían dispuestos a fomentar medidas ‘incluso medioambientales’, esta afirmación provocó la sorpresa de los asistentes de la plataforma por la incoherencia que supone pretender que pueden aportar mejoras para el medioambiente asociados al proyecto de desarrollo de estas grandes instalaciones que conllevan un efecto llamada a la expansión del sector de la ganadería industrial, efecto que ya se está notando en San Javier, formando un tándem que claramente agrava seriamente todos los impactos ambientales ya existentes. Por ejemplo, el exagerado consumo de agua de las macrogranjas en una región semiárida, la contaminación por nitratos en una zona ya vulnerable debido a la agroindustria actual. Atendiendo las amonestaciones europeas lo que se debería plantear desde el ejecutivo regional es un plan de desescalada de macrogranjas en lugar de desarrollar planes de expansión sinérgicos con el despliegue de macroplantas de biogás y nuevas macrogranjas de cerdos, donde aún no hay.
Por último, en el foro se habló de facilitar el "diálogo social", sin embargo, desde esta plataforma sabemos que el proceso de tramitación se ha llevado con opacidad y sin participación. Las decisiones parecen ya tomadas y no aceptamos que se intente compensar económicamente el deterioro de nuestros recursos naturales, la desvalorización de nuestras viviendas y los riesgos para nuestra salud, que no tiene precio.
Sobre todo la plataforma teme las consecuencias directas de este proyecto como es la proximidad a viviendas (algunas a cero metros) y a equipamientos sensibles como un hospital, una gasolinera, un aeródromo, etc. También existe una fundada preocupación por el impacto en el propio Mar Menor, ya que la planta se ubicaría sobre el acuífero conectado a la laguna salada y a escasa distancia de sus orillas.
Por ese motivo la plataforma stopbiogás Mar Menor se une a las concentraciones convocadas por la red estatal Stop Biogás para el próximo 31 de mayo. En la Región de Murcia, la concentración tendrá lugar en Murcia, frente al Palacio de San Esteban.
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