Hay cosas que son de todos, porque no son de nadie. Y viceversa. Cosas con las que nacemos, crecemos, nos alimentamos, y de las cuales aprendemos, curiosamente, para seguir descubriendo, en el fondo, quiénes somos.
Cosas como la empatía, el sentido común (sentido vital y existencial, con sus dudas, sus preguntas e indagaciones compartidas), el respeto y esa impenetrable e inalterable capacidad de crecernos en las dificultades, y hacer que lo humano, lo vivo y el proyecto que ello supone, salgan adelante. Las mujeres y los niños primero ; el respeto a las personas de edad avanzada; la ayuda y el apoyo mutuo, cuando las circunstancias así lo requieren, de manera urgente y apremiante, como lo que estamos viviendo ahora, a escala más global.
Y no son “cosas”, sino que parecen ser partes de nosotras mismas, personas de bien y humanos al acecho de un buen rato alrededor de cualquier fuego, que nos reúna, nos caliente y dé luz a las más profundas oscuridades, también compartidas: como en los viejos y buenos tiempos, también, siempre acechando…
Al menor descuido, una lección que aprender, un detalle, un gesto, una decisión que cambia tantas cosas en tan poco tiempo. Así somos, equilibristas valientes, pero aficionados, caminando sobre la delicada cuerda, entre lo mejor y lo peor de nosotros mismos.
Generaciones enteras han vivido en este planeta como lo hacemos en estos últimos meses, tod@s: con miedo, caos, confusión, muertes sin sentido y deshumanización por doquier. Pandemias como el hambre, el genocidio, el destierro forzado, y una serie de horrores de los que hemos sido ajenos, hasta apenas hace un siglo, y gracias a nuestras avanzadas, modernas y punteras guerras mundiales; han campado a sus anchas, desde hace mucho, demasiado ya, en los mismos tristes lugares (África, partes de Asia, Sudamérica, ya saben, tristemente), hasta el día de hoy.
Muchos (no tantos, ni tan “poderosos”, como nosotros podemos llegar a ser, si nos lo proponemos, y sin hacer tanto daño como ellos) han construido imperios económicos, financieros, tecnológicos y militares a base de la desgracia y el horror, sin nombre ni paliativos, de otras personas, otras familias, otros niños, otros mayores… Y todo ello, cuando no las fomentaban con sus maniobras geopolíticas, basadas en los “intereses estratégicos” de turno de la zona en cuestión. Y estos “muchos”, dependen, aunque no lo parezca, de muchos (más, en cantidad y calidad) de nosotros… Ahí lo dejo… Saquen cuentas, y actúen consecuencia…
Y pese a todo esto, hay buenas gentes, en estas maltratadas tierras, que le ponen la mejor sonrisa posible a la vida. Dispuestas a perdonar, a empezar de nuevo, a seguir luchando por sus hijos, abuelos y nietos, sin renunciar a una convivencia más pacífica, cabal, humana, si se le quiere llamar así.
La sonrisa cómplice del abuelo solitario; las sabias palabras, miradas y actitudes de las abuelas en muchas residencias de nuestro país, y de otros. Y sobre todo, el poso con el que un niño de apenas seis o siete años nos habla sobre su vida, y la de aquellos que ha perdido ya en el camino, por vivir en una zona de ese Sur maldito, cuyas minas de oro, diamantes, coltán, o cualquier “recurso estratégico” (para los citados “intereses” de turno), no deja de traerles ruina, muerte y lo peor de nosotros, los “occidentales civilizados”.
Esas miradas, esa manera de hablar, de escuchar y de soñar despiertos, es lo que quizá tengamos delante, y no terminemos de ver. estas personas, estas actitudes, están en cualquier lugar, en cualquier momento: tan sólo hay mirar, ver y escuchar, con la conciencia que tan común nos resulta y nos ha de definir.
He tenido el placer y el honor de viajar, junto a mis compañer@s, y aprender de grandes personas, con independencia de la edad que tenían; de grandes familias, al margen de su nivel económico y/o “status social”; de grandes colectivos, proyectos y propuestas sociales, económicas y políticas. Del señor Antonio Aramayona, hasta la joven Violeta, pasando por tantas y tantas personas.
A todas ellas: gracias. Gracias por vuestra maestría, por vuestro ejemplo, por enseñar tanto, sin pretenderlo: tan sólo con vuestro diario y cotidiano comportamiento, mostrando, compartiendo y abriendo nuevos espacios en los que seguir aprendiendo a ser lo que ya en el fondo somos, humanos.
Cada día pasan tantas cosas, y muchas de ellas, tan increíblemente buenas, inspiradoras, y llenas de esa condición que tanto nos une que, ¿por qué darle tanto bombo a lo que sabemos que ya no funciona?
Hemos aprendido que, cuando no prestamos la debida atención a las cosas que importan, como por ejemplo la familia (y la de los demás), la educación, el entorno en el que nos movemos (ya sea social, medioambiental, etc), algunos valores fundamentales (respeto, diversidad, empatía, etc) y cuatro cositas más; la cosa mejora, y bastante: haciendo innecesarias medidas más invasivas, agresivas o violentas.
Aprendimos que se puede salir de lo peor, junt@s. Y que, además, podemos incluso sacar lo mejor de cualquier situación, si nos abrimos a esa humana y común condición que nos acompaña, casi sin excepción, a tod@s, en todo momento.
Aunque nos parezca mentira, o imposible, o fantasías sin sentido; somos cooperativos, a la par que autónomos; intrépidos, a la vez que miedosos; inteligentes, a la par que peligrosamente estúpidos. Y aprender a conjugar estas posibilidades u opciones extremas, depende, y mucho, de cómo funcionamos, cada día: esos “pequeños detalles”, “pequeñas personas”, “pequeñas cosas” que están ahí, entre y dentro de nosotr@s, esperando ser puestas en valor, visibles, atendidas, y “utilizables”, ya que para eso están, para eso tas tenemos, “para eso estamos”, como bien se dice en ocasiones.
Repetimos: hoy, como un día cualquiera, en un lugar cualquiera, me permito ser el humilde portavoz de tantas, tantas voces, vidas, personas, familias, colectivos de todo tipo:
Siempre tenemos la gran oportunidad de cambiar y mejorar lo que así consideremos. Tan sólo hace falta valor, conciencia y confianza. Y tirar pa´lante con lo que se tenga (gracias Mar). Actuar, reflexionar un poco, y volver a actuar. A radio corto, medio o lago. Pero hacer, cada día, aquello que nos mejore como personas, como familias, como humanos. El apoyo mutuo (gracias Antonio) parece ser una de las claves para salir de cualquier atolladero, además de para vivir y convivir mejor. El hacernos eco de lo que realmente importa (gracias Cecilio, Jesús, Carol, Julia, Teresa, Rocío, Tomás, Miguel, Aryem, José Matías, Pedro, Justi, Ada, Violeta, Paz, Javier, Miki, Rita, Kiko y familia, Esther, Charo, Raquel, David, y familia, Lucía, Maite, Sheila, Ethan Laia, Víctor, Ruth, Marisol, y muchas, muchas personas más); y el no olvidarlo nunca, o al menos recordarlo cuando haga falta, como mínimo.
Gracias a todas las personas que están dándolo todo, a pesar de todo, en hospitales, residencias, campamentos de refugiados, en colegios y centros educativos de todo el mundo: SOIS EL EJEMPLO UNIVERSAL Y ACTUAL, MÁS IMPORTANTE, de lo que significa ser humanos.
Un abrazo inmenso a las personas, familias y compañeros que se nos han ido, ahora y siempre, o que han perdido a su gente, y que no han podido despedirse: VUESTRA DIGNIDAD, VUESTRO GRITO, VUESTRO LLANTO no serán en balde.
A TOD@S: VUESTRA DIGNIDAD ES NUESTRA PATRIA, VUESTRA HUMANIDAD, NUESTRO MAYOR TESORO; Y VUESTRA FUERZA, VUESTRA ENERGÍA, Y VUESTRA INDISCUTIBLE CAPACIDAD DE SALIR ADELANTE,
NUESTRO MAYOR Y MEJOR SECRETO…
Juanjo, Kuko, va por tí, semilla de tantas cosas más; y cómo no, por mi familia: gracias por ayudarme a recordar lo grande que somos, como personas, y como esa gran familia que en el fondo, somos tod@s...
Gracias a tod@s...
Siempre
SEGUIMOS!...
Y LO DICHO, EN POCAS PALABRAS, UNA VEZ MÁS!:
Somos mucho más de lo que nos creemos. En cantidad y calidad. Podemos aprender, y lo hacemos. Aunque, la pregunta que me viene a la cabeza, sigue siendo la misma, a día de hoy:
¿Dónde ponemos, cada día, nuestra atención? …
Algunos lo tienen claro, otros van dándose cuenta… y tú!?, ciudadan@?, y tú qué!?...
P.D.: De norte a sur, de sur a norte. Queremos felicitar a las buenas gentes que están moviendo la recogida firmas para proteger el Mar Menor, a nivel nacional: seguiremos informando con más detalle sobre ello (https://www.marmenorpersona.
Gracias y enhorabuena a la compañera Mar Hurtado, y a todos los que han colaborado, por su “paso más allá” en su andadura con el proyecto “El Latido”: un periódico digital, con clara vocación de plataforma mediática, que ahora vuelve a crecer ofreciéndonos su recién estrenada web (https://el-latido.com).
Recrea
Ciudadan@, y Tú Qué!?
Renacuajos
El Latido
Onda Latido
RTV Algamequera
AGRADECEMOS A:
Agenda Social “Otra Región de Murcia es Posible”
XR
Por Un Mar Vivo
Plataforma para la Recuperación de la Playa de Los Urrutias
Y A NIVEL NACIONAL:
2020 Biodiversidad
Cantabria (Espacio Argumosa, ASAG Astillero, Madres por el Clima, Tolerancia 0 al Bullying Cantabria, PAH Torrelavega, etc.)
Torrejón por el Clima
Plataforma de Torrejón por la biodiversidad del Mar Menor
Alcalá por la Recuperación de El Mar Menor
2020 Henares por El Clima
Madrid:
UPLA La Unión
Munimadrid Diversidad Funcional
Comando por Lo Público
Pensionistas indignados de Madrid
Plataforma Pensionistas por La Dignidad
Sindicato COBAS
Plataforma Vallekana por La Inclusión
Y a muchas, muchos más!..
¡REPETIMOS!:
GRACIAS, A TOD@S, SIEMPRE!
Y NUNCA OLVIDAMOS, NI OLVIDAREMOS, LA GRAN LABOR DE TODOS LOS COLECTIVOS, FAMILIAS Y PERSONAS, A LO LARGO Y ANCHO DE NUESTRO PAÍS, Y DE OTROS…
Mención especial al Movimiento Nadie Sin Hogar… Gracias por vuestro ejemplo…
A TODOS USTEDES VA DEDICADO ESTAS ACCIONES
HASTA LA PRÓXIMA !!!! …
CIUDADAN@, Y TÚ QUÉ!? ..: RECREA TÉ! …
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.